Chronicle about one of the bars in the city of Bogota that has been dedicated to promote independent musicians and has new proposals. Testimonies of the owners, loyal customers and musicians who make every day of the anonymous, a less anonymous place. Year: 2007.
Fragment in Spanish
En Bogotá hay lugares que pasan desapercibidos ante los ojos y oídos de quienes viven en la ciudad. Sin embargo, aunque escondidos, estos sitios desconocidos son una referencia importante para los músicos no sólo nacionales, sino también los internacionales que hacen, siente, respiran y viven música.
A comienzos de este siglo, Santiago Gardeazabal estudiaba literatura en Francia. Allí estuvo expuesto a todo el aroma y la historia cultural del viejo continente. Al mismo tiempo, al otro lado del mundo, en Brasil, vivía Mauricio Espitia, a quien las garotas, la samba y el sabor latinoamericano empezaron a rondarle la cabeza.
Santiago y Mauricio, amigos “de toda la vida” como ellos mismo lo dicen, se encontraron nuevamente en el 2003, en Bogotá. En una tarde de charla mientras compartían experiencias de las diferentes culturas en las que estuvieron inmersos, ellos se dieron cuenta que la capital, a diferencia de Paris y Rio, no tenía lugares donde la charla, la cultura y la buena música se unieran armónicamente para lograr una buena combinación. Además, los sitios donde se encontraría un concepto cercano a esta idea estaban concentrados en la Candelaria o la Macarena, lugares que aunque están en el centro de Bogotá, en realidad su ubicación no es tan central para muchos de los capitalinos.
A ellos no les quedaba más remedio que ir a un lugar en Cedritos, del que ya no recuerdan el nombre, donde ponían rock viejo. Pero este sitio sin nombre, nunca fue un lugar que llenara por completo las ambiciones musicales de Santiago y Mauricio. Fue así como a ellos se les ocurrió que aquí, en la capital, debía existir un lugar en el que primaran las experiencias sonoras y de paso, nuevas formas de rumba bogotana.
Así empieza a construirse la idea de El Anónimo. El toque francés Santiago lo impone con su idea de los café-libros característicos de parís, donde el jazz y la música de vanguardia alimentan los oídos de ese país. El sabor brasilero lo pone Mauricio en la rumba, gracias a las batucadas y a la rumba latinoamericana. Así nace la idea de El Anónimo.
Tathiana Sánchez. El famoso Anónimo. 2007.